Todos hemos oído hablar alguna vez de la Autoestima, es una palabra muy empleada en los últimos años, pero ¿sabemos lo qué significa? ¿Utilizamos correctamente la palabra autoestima o hemos distorsionado su significado?
Si profundizamos en nuestro día a día nos daremos cuenta que somos muy pocos los que utilizamos la autoestima en nuestra vida cotidiana, por ejemplo, si un señor/a que pasa por la calle nos llama “imbécil” sin motivo aparente, la mayoría de personas se preguntará el por qué de esta palabra, si hemos hecho alguna cosa que ha provocado a este individuo el llamarnos así, seguramente daremos vueltas y vueltas del por qué de estas palabras, pero ¿no sería más fácil pensar que esta persona no nos conoce y no puede juzgarnos? ¿Cómo nos va a llamar “imbécil” si nos juzga por un acto aislado que no nos define como personas? ¿Por qué nos interesa más lo que opine un extraño que nuestra propia opinión? Pues es así, la mayoría de personas damos más importancia a lo que piensa un desconocido a nuestro propio criterio, nos sentimos dolidos por la opinión de cualquiera que nos rodea, y no nos escuchamos a nosotros mismos. Tenemos que aprender a conocernos, a querernos como somos, a desechar las opiniones sin fundamento que nos caen encima en la vida cotidiana, nosotros somos los que debemos querernos por encima de todo, si nosotros no nos queremos, costará mucho que nos quieran los demás.
No debemos buscar una persona que nos haga sentir queridos o importantes si nosotros no lo sentimos antes, pues nuestra Autoestima debe ser lo más importante.