abril 21, 2020

VIVIR EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Hace tiempo que no escribía ninguna entrada en el Blog... días repletos de trabajo, responsabilidades, ir de un sitio a otro con el tiempo justo...Todo esto hace que no te pares a pensar en las pequeñas cosas, esas cosas que se dan por hechas, y que llega un momento que ya no valoramos, pero que en estos días de incertidumbre se han vuelto tan importantes.
Estaréis de acuerdo conmigo, en que todos estábamos metidos en un espiral y ya no podíamos parar, días llenos de cosas que hacer (Sino las tenías las buscabas) , fines de semana repletos de eventos y quedadas, y cuando llegaban vacaciones o puentes, planes para viajar y conocer mundo, y es que la vida nos ofrece tanto, que es difícil no correr a toda prisa, para intentar alcanzarlo todo!!!.
Yo soy la primera, que no paro un momento en casa, me encanta la playa, el senderismo, quedar con amigos, ir al cine, teatro, conciertos, viajar...  pero de un día para otro todo eso ha desaparecido, y me doy cuenta de que no era lo más importante.
De las peores situaciones podemos sacar lo mejor de nosotros,  porque de las facilidades, no se aprende nada, más que a pedir y pedir, porque nunca nos podemos saciar.
De este confinamiento se pueden sacar tantas lecciones, que dudo que tengamos tiempo de aplicarlas en lo que nos queda por vivir; descubres la fortaleza que tienes, la cuál no conocías, ya que hasta ahora la vida no te había puesto en una situación tan hostil y a tan largo plazo, te das cuenta de que los niños por más impacientes que sean están aguantando en casa la mayoría entre cuatro paredes,  que los abuelos no pueden besar y abrazar a sus nietos aunque se mueran de las ganas, que las parejas que están separadas, no pueden tocarse, y no saben cuando podrán volver a hacerlo, que las familias que pierden a sus seres queridos no pueden despedirse.. y un sinfín de situaciones, que ni nos podemos imaginar.
Y no sólo aprendes de ti mismo, sino de la gente que te rodea; de esos vecinos, con los que te encontrabas a diario en el descansillo y con los que sólo intercambiabas un saludo, y que ahora para muchos se han convertido en confidentes de balcón, en los amigos con los que no tenías mucho contacto, pero que te llaman para saber como lo llevas día si día no, en personas en la que ni habías reparado, porque vivíamos tan deprisa que no teníamos tiempo para verlas.
Yo me quedo con lo bueno, porque aunque haya malos momentos, son estos, los que nos ayudan a valorar los que valen la pena; la distancia es la que nos ayuda a disfrutar la cercanía, la ausencia de besos es la que nos hace desear darlos con más fuerza,... sin los malos momentos, no apreciaríamos el gran regalo que tenemos en nuestras manos.





octubre 13, 2015

LUCHAR...ANTE TODO


La vida nos pone obstáculos a cada par de pasos... cuando todo va bien, y nos relajamos, algo sucede que nos vuelve a poner en alerta, y es que la vida no se hizo para sentarnos y verla pasar, sino para luchar, luchar y luchar...
Estos obstáculos van surgiendo desde el principio... dicen que La Infancia es la mejor época de la vida, ya que los niños no tienen responsabilidades,  pero nos arriesgaríamos a decir que no se encuentran obstáculos? El niño tiene que lidiar con muchísimas cosas que desconoce, está en constante aprendizaje, superando todos los obstáculos que la vida le presenta.
Quizás la diferencia entre la infancia y la edad adulta, es que cuando somos pequeños tenemos unas ganas locas de aprender lo que es la vida, y en la edad adulta ya sabemos lo que hay, y la ilusión se va desvaneciendo poco a poco.
Y es que la vida tiene momentos muy bonitos, pero otros nada agradables, pero todo forma parte de esto a lo que llaman "Vivir" y si queremos disfrutar de los buenos, también nos toca batallar con los malos.
A veces nos preguntamos de qué nos vale tanto esfuerzo si al final todo termina en nada, "Luchar" para conseguir un buen trabajo, "Luchar" para que haya armonía en la familia, "Luchar" para ser agradables a la vista...
Hace años, siendo una adolescente, me hice esta misma pregunta, ¿Para qué luchar tanto ante las adversidades de la vida? Mi padre, un hombre curtido en la experiencia que da la vida, me contestó con otra pregunta ¿Pues sino vale la pena luchar... preferirías no estar aquí? Es una frase que tengo muy presente, y es que si nos dan a  elegir, nadie quiere irse, aunque la vida esté llena de obstáculos, desde que nacemos hasta que nos morimos, no queremos dejarla... al menos hasta haber vivido lo máximo posible.
Y es que al final cada una de nuestras vidas es como un libro, con su introducción, su argumento y su conclusión, y todos queremos llegar a la conclusión y no dejar el argumento a medias.
¿Y cómo llegamos a la conclusión? Pues luchando como fieras, luchando ante todo lo que nos depara la vida, y demostrándole hasta cuándo no nos quedan fuerzas, que nosotros podemos con la vida, y la vida no puede con nosotros.
Esta reflexión de hoy va dedicada a una buena amiga, a la cual una enfermedad le vino de imprevisto. Porque admiro su lucha y su manera de imponerse ante las adversidades, porque es un ejemplo a seguir de positividad y amor a la vida, T'estim!!!




febrero 24, 2014

TÍRATE A LA PISCINA

Resulta extraño pensar, que en este mundo, que hoy en día habitamos, ha habido millones de personas viviendo, tantas historias vividas y tantas propósitos incumplidos…
Nos pasan tantas cosas en nuestro día a día, que a veces no nos paramos a pensar, dónde estamos, qué hacemos, y porqué hemos venido… es bien cierto, que pensar mucho, acaba generando más preguntas que respuestas, pero pensar de vez en cuando tampoco es malo…
Creo que es bueno pararnos y pensar qué queremos, si vamos en el camino correcto, y qué hacemos para conseguir nuestros propósitos
Hay una frase que siempre me ha llamado mucho la atención “Te arrepientes más de las cosas que no has hecho, de las que sí has hecho…” si hemos probado algo y fracasado, nos quedamos tranquilos, y nos decimos “Al menos lo he intentado”… pero si nunca intentamos hacer algo que queremos, nos inundamos de tristeza, desánimo y desilusión hacía nosotros mismos.
Es cierto, que no todos los sueños, están al alcance de todos, pero hemos pensado si en verdad hemos intentado conseguir nuestras metas? O el miedo nos ha paralizado? Cuántas frases que empiezan por el “Si hubiese…” se oyen en cada esquina…
Creo que todos estamos de acuerdo, en que el propósito que tenemos todos en esta vida es alcanzar la felicidad, pero, nos planteamos de verdad si somos felices? Analizamos el porqué no lo somos o el qué nos impide conseguirlo? O simplemente nos conformamos con “los que nos ha tocado vivir”? si se pasara una encuesta, seguro que la tercera opción ganaba por goleada.
Con este simple planteamiento, quiero dar a entender, que es muy fácil aceptar lo que tenemos, y no “tirarnos a la piscina” intentando alcanzar lo que queremos conseguir, algunas veces llegaremos a la meta, otras nos quedaremos en el camino, pero lo que no debemos hacer nunca, es quedarnos en el punto de partida sin empezar a nadar… Persigue tus ilusiones, intenta alcanzar la felicidad aunque sea a ratitos, y lo más importante, nunca te arrepientas de lo que no hiciste.


abril 15, 2013

LA ERA TECNOLÓGICA

Si hay que definir esta era, todos estaremos de acuerdo en que “Era Tecnológica” es el adjetivo que mejor la define, la gente de nuestra generación, ha pasado de ver la Televisión con sólo dos canales, a ver contenido a la carta desde una Tablet, dónde quiera y a la hora que quiera… nuestra generación ha pasado de hacer llamadas telefónicas, buscando el número en la Agenda, a tener móviles última generación con identificador de llamadas, sms y ahora whatsapp.
Mandar cartas por correo se ha vuelto “cosa rara” si necesitamos un documento o foto, se nos manda por Mail, da igual de que parte del mundo, al momento está en nuestra Bandeja de entrada, igualmente las Redes Sociales han conseguido lo impensable, que gente que vive en los rincones más lejanos del mundo, pueda seguir la vida de sus familiares/amigos desde la red, como también  hablar en directo, imagen incluida, a través de Skype.
Pero mi pregunta es la siguiente, esta facilidad a la hora de relacionarnos virtualmente, favorece la relación “cara a cara”??? Me choca ir a comer a un Restaurante, y ver como los miembros de una misma familia, han pasado de hablar amenamente, a estar cada uno con su móvil; mirando videos del youtube, hablando por whatsapp con amigos, o mirando su muro en facebook o twitter, en ese momento pienso, la tecnología nos ayuda a relacionarnos mejor con los demás?, o nos aisla de cada vez más?
No estoy en contra de las nuevas tecnologías, soy la primera que las utiliza e intenta hacer buen uso de ellas, aunque desgraciadamente, hay una mayoría, que hacen de ellas el centro de su vida.
Lo importante es no olvidarnos de alimentar las relaciones familiares y sociales, es mucho mejor hablar frente a frente tomando un café, que seguir la vida de nuestros amigos/as a través de redes sociales, es mejor disfrutar una cena entre amigos, que estar con amigos, a la vez que hablamos virtualmente con otros amigos.
Sino nos olvidamos en algún momento del móvil e Internet, nunca estamos en ningún sitio, igual que la red wifi, estamos en el aire, sin nada que nos haga sentir ubicados en un lugar concreto, lo mejor??? El contacto humano, sin duda.

septiembre 07, 2012

LA SOLEDAD

¿Qué es la soledad? Si buscamos esta palabra en el diccionario nos responde: “La soledad es la carencia de compañía”, pero ¿cuántas personas que están acompañadas se sienten solas? ¿Y cuántas personas que están solas se sienten acompañadas?
La sociedad está estructurada en su mayoría por personas que viven en pequeños grupos: parejas, familias, amigos que comparten piso, desconocidos que comparten piso aunque no haya vínculos afectivos, etc… pero ¿quién nos asegura que estas personas que viven en grupo se sienten más acompañadas que las que viven solas?
Desde este otro punto de vista (que dista mucho del que nos ofrece el diccionario) diría que la soledad no se basa en la carencia de compañía física en un momento determinado, sino en un sentimiento que nos hace sentir que no tenemos personas que nos quieren y con las que podemos contar en momentos importantes de nuestras vidas. Esto no significa que convivamos con las personas que nos aportan seguridad y cariño, pero sí sabemos que están allí para ayudarnos en los que necesitemos. ¿Cuántas personas sienten que sus padres son las personas que los quieren más incondicionalmente? ¿Y cuántas de estas personas adultas siguen conviviendo con sus padres? La distancia física, tanto sea de pocos metros como de miles de kilómetros, no es la que separa a unas personas de otras, es la falta de cariño y apoyo lo que nos hace sentir verdaderamente solos.
Actualmente en España, tres millones de personas viven solas, ¿nos atreveríamos a decir que estos tres millones de personas son más desgraciadas que el resto? La mayoría de estas personas tienen familia con la que no conviven, amigos, compañeros/as de trabajo, etc. con los que pueden pasar parte de su tiempo libre, con los que socializan, con los que comparten vínculos afectivos y con los que son felices.
También encontraremos muchas personas que viven en grupo y comparten sus vínculos afectivos con la familia con la que conviven y con gente de fuera, mientras que otras se limitan a convivir con su grupo familiar y distanciarse cada vez más del resto. Lo importante no es la cantidad de gente con la que socialicemos sino la necesidad de cada individuo de encontrarse bien consigo mismo, de disfrutar de momentos de soledad (muy necesarios para nuestro bienestar personal) y complementarlos con la compañía de otras personas que nos aporten cariño y apoyo, sean éstos parte de nuestro grupo de convivencia o no. Es a veces “la obligación” que nosotros mismos nos imponemos de relacionarnos siempre con las mismas personas la que nos hace perder el interés por las mismas, ¿no sería mejor relacionarnos con personas diferentes que nos aporten diferentes cosas y así conseguir que nuestra vida sea más rica y feliz?
En conclusión, siempre habrá una manera de equilibrar la balanza y conseguir que nuestra vida sea lo más parecida a la que alguna vez hemos imaginado; el sentirnos bien con nosotros mismos y con la vida que llevamos es única y exclusivamente nuestra tarea, nadie puede hacerla por nosotros. 


abril 09, 2012

DESPEDIRNOS DE LOS QUE SE VAN

La muerte forma parte de la vida igual que lo forma el nacimiento, pero el mundo en el que vivimos NO nos prepara de la misma manera; todos estamos preparados para un nacimiento, acogemos a esa persona recién llegada con ilusión y alegría pero la mayoría no sabemos despedir a la persona que se va, muchos no quieren ni oír hablar del tema como si no hablar hiciera que lo inevitable nunca llegara, otros hablan a medias y sólo unos pocos integran la muerte en su vida cotidiana, como una parte más de la misma.¿Porqué somos una minoría los que podemos pensar en la muerte sin angustia? ¿Porqué la vida sólo nos prepara para acoger a los que vienen y no para despedir a los que se van? La muerte de una persona querida es parte de nuestras vidas: a unas personas les toca afrontarla antes, a otras más tarde, pero a todos nos toca pasarlo tarde o temprano. La muerte se va “llevando” mientras los que se van son conocidos, vecinos o parientes lejanos, pero ¿cómo lo hacemos cuando se mueren las personas a las que queremos? Nuestros padres, hermanos, primos, amigos, gente que forma parte de nuestra vida y con las que hemos vivido tantas cosas…¿Cuántas personas yacen enfermas en una cama durante meses sin poder admitir ante su familia que su marcha es inminente? ¿Cuántas personas que se han querido no se han llegado a despedir?  ¿Cuántas palabras de amor y cariño nunca se han dicho?Hoy una amiga me decía que daría sus brazos y sus piernas con tal de que su madre no se hubiese ido para siempre; el dolor que te ocasiona la muerte de una persona querida no se puede comparar con nada, nos dejaríamos pegar, mutilar y torturar con tal de no perder a esa persona, pero somos pocos los que verbalizamos nuestro dolor.¿Somos más débiles por mostrar nuestros sentimientos? Al revés, los sentimientos son los que nos convierten en humanos, el querer a esa persona que se ha ido es lo que nos hace mejores ante el mundo. Hay que integrar la muerte en la vida como una fase más de ésta, hablar de ella, interiorizar ese sentimiento nos ayudará a afrontarla de mejor manera, más serenos y tranquilos, de poder despedirnos de la persona a la que queremos antes de que se vaya, de decirle un “Te quiero” cuando aún está, de ser felices porque hemos tenido la suerte de querer y de ser queridos.

diciembre 07, 2011

UNA CORAZA PARA EVITAR EL SUFRIMIENTO


Las personas NO tenemos coraza ni pelaje que nos proteja de los contratiempos de la vida, ¿por qué no somos como las tortugas que se pueden esconder cuando llueve o tienen frío? ¿porqué no podemos ser como los  osos que no necesitan abrigarse aunque vivan bajo el hielo? Los humanos somos frágiles, necesitamos ropa para abrigarnos, medicamentos para superar enfermedades, zapatos para  poder caminar sin lastimarnos y un largo etcétera que ocuparía todo este escrito.
Pero no sólo necesitamos coraza para proteger nuestro cuerpo, sino para protegernos de todo lo que nos hiere por dentro, desde que nacemos vivimos muchísimas situaciones que nos ponen a prueba y lo peor es que nadie nos prepara para ello, es la propia vida la que nos hace pasar a todos por diferentes situaciones y nosotros solos tenemos que intentar salir victoriosos de ellas: algunos se quedan en el camino, no lo pueden resistir y deciden rendirse ante ellas; otros luchan aunque se les vaya la salud en ello y otros (los más listos) aprenden de dichas situaciones y ven la vida de una manera más práctica y sencilla.
Ser de los listos no se consigue en 2 días, éstas personas listas han aprendido a batacazos, se han encontrado en situaciones muy difíciles pero se han dicho “puedo con ellas”, han sentido miedo pero no han retrocedido, se han dado cuenta que lo peor en la vida es tener miedo al propio miedo y han echado pa’lante.
Y es que las personas nacemos sin coraza que nos proteja, pero nos la construimos día a día, cada situación que logramos vencer teje esa coraza protectora que nos ayuda a enfrentar la vida, es la que nos ayuda a vivir más felices y ver la vida como una fuente inagotable de experiencias positivas, esa coraza hace que nos quedemos con lo bueno, y que lo malo nos rebote, porque para eso llevamos años tejiéndola.
Desde aquí os animo a que os ayudéis a vosotros mismos a enfrentar los avatares de la vida, que aprendáis de todo lo que os pasa, tanto sea bueno como malo, para haceros más fuertes y poder contra todo lo que os venga, ¡es la mejor inversión que podemos hacer con nosotros mismos!

abril 27, 2011

LA GENERACIÓN QUE NOS VIENE

Ya hace unos meses que no escribo ningún artículo para el Blog, después de haber tocado temas intensos no quería escribir por escribir, sino ofrecer un buen tema de reflexión y qué mejor tema que la generación que nos viene...
Por mi trabajo en Escoletas desde hace ya 5 años, he visto cientos de niños y cientos de padres (como se dice “cada casa es un mundo”) y lo que no se permite en una se tolera en otra, pero bueno, en la variedad está el gusto y lo que no podemos pretender es que la educación de los niños se guíe por una premisa universal.
Desde que empecé en este campo, las dudas y consultas de los padres se han repetido mucho: “Mi hijo no quiere...”, “Mi hijo dice...”, “Mi hijo hace...” Cuando hablo con estos padres parece que me hablan de sus progenitores y no de sus hijos, vamos, que viéndolo así, nuestra generación ha recibido y recibe de todos lados, tuvimos padres exigentes y tenemos hijos exigentes pero, ¿no será que nosotros hemos generado niños autoritarios?
Yo siempre he creído en una única manera de educar, poner límites y mostrarte fuerte ante los niños es la manera en la que he conseguido poder tratarlos durante años en las Escoletas, teniendo grupos de hasta 20 niños de 0-3 años y no muriendo en el intento. Una vez que les dejas claro lo que permites y lo que no se hace muy fácil trabajar con ellos, te muestran respeto, te obedecen ¡y te reciben cada semana con una sonora bienvenida! Aunque esto significa estar siempre en guardia, no dejarles pasar una y que respeten las normas.
Estos peques serán adultos dentro de unos años y si los hemos educado correctamente sabrán ganar, perder y luchar por aquello que quieren, serán amistosos y cariñosos con quienes les rodean, no utilizarán el chantaje y el lloro como manera de conseguir lo que quieren, no pegarán cuando alguien les haga la contraria, serán personas de las cuales nos podamos sentir orgullosas y ¿no es eso lo que queremos para ellos? Tenemos que pensar que han de llorar ahora para poder sonreír en el futuro, han de aprender el fracaso de pequeños para poder afrontarlo de mayores, tenemos que ser sus guías ahora para soltarles de la mano... en el futuro.

enero 03, 2011

LA FRAGILIDAD DEL SER HUMANO

Ayer me reuní con dos buenas amigas para ponernos al día, como siempre nuestra charla se alargó hasta altas horas de la noche hablando de temas diversos como la ineficacia del sistema educativo, el cambio de rutina ante la llegada de un hijo, el estereotipo de la mujer actual, etc… pero el final de la charla fue para mí la más productiva y la que más me hizo pensar: la fragilidad del ser humano.
Todos creemos que la muerte está muy lejana, que estas cosas pasan a los demás y no a nosotros ni a los que nos rodean, pero no es así, todos jugamos en la misma liga, y el hecho de que aún no nos hayan eliminado y pasemos a la siguiente ronda ya debe ser motivo de alegría. Estamos en una edad en la que la mayoría hemos visto como nuestros abuelos se iban para dar paso a nuestros hijos o sobrinos, decimos hola a una nueva generación que nos llena de alegría y decimos adiós a esas personas que ya han recorrido su camino y nos han llevado de la mano tantas veces. Ahora muchos estamos en la generación intermedia, la mayoría tenemos padres y la mayoría tienen hijos, disfrutan de la bienvenida a los nuevos pero se resisten a pensar que los padres son los siguientes: es duro pensar que las personas que te han dado la vida deben marcharse para dar paso a los recién llegados, es duro ver como las arrugas se hacen visibles en los rostros de nuestros progenitores y como debemos hacernos responsables de cosas que ellos ya no entienden (¿cuántos de nosotros ha enseñado a sus padres a utilizar nuevas tecnologías?), ahora nos toca afrontar esta nueva fase, una fase en la que seguimos siendo cuidados por ellos, pero en los que la ayuda deja de ser unidireccional para volverse más equitativa, lo hacemos con gusto y conscientes de que ellos nos han ayudado muchísimas veces…
Esta fragilidad se hace más visible en ellos, pero desgraciadamente esta liga no tiene en cuenta la edad del jugador; si se elimina a un jugador a punto de retirarse pensamos que ha tenido un ciclo en la vida y que le ha llegado su momento, pero no es lo mismo cuando el jugador propuesto para ser eliminado es una persona joven, con vitalidad, energía y con mucho camino por recorrer, nos preguntamos ¿por qué? Pero por mucho que nos preguntemos no hay respuesta, debemos luchar para no ser eliminados y seguir jugando en esta vida, en momentos tan mala pero que nos ofrece tanto y que no queremos abandonar.
Con estas reflexiones os quiero desear un FELIZ 2011 en el que apreciéis todos los buenos momentos vividos y compartidos, ¡lo que vivimos en cada momento es único e irrepetible!

diciembre 12, 2010

¿EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO?


¿Cuántas veces hemos oído el refrán "No mires el vaso medio vacío, míralo medio lleno!!!!"? Creo que si las contásemos no nos bastarían los dedos de las manos y de los pies....
Si analizamos el refrán veremos que el vaso tiene la misma cantidad de agua, todo depende de quién lo ve. El que ve el vaso medio lleno acepta lo que le ofrece la vida, el que lo ve medio vacío percibe la carencia, lo que le falta...
Aquí llega el dilema ¿El vaso medio lleno o medio vacío?
Definitivamente, yo opto por el vaso medio lleno.
Vivir con el vaso medio vacío significa experimentar la vida de manera comparativa, es decir compararla con lo que nuestra vida podría o debería ser. Esta comparación de lo que somos y lo que nos gustaría ser nos convierte en esclavos de una frustración constante, a pesar de que la vida nos ofrezca mucho, siempre nos fijaremos en lo que no nos da...
El que ve el vaso medio lleno, ve lo que ha conseguido y las oportunidades que la vida le ofrece. Sus errores no son algo malo, le ayudan a crecer y a ser mejor, vive el presente, el aquí y ahora...
Diríamos que el vivir viendo el vaso medio lleno, es una actitud ante la vida, todos padecemos sufrimiento, conflictos, problemas y dificultades, hay quién se esfuerza en superarlos y otros que sólo se regodean en ellos, venciendo siempre el pesimismo.
Es una cuestión de actitud y también una elección cotidiana. Cada día nos levantamos con un nuevo reto, nosotros decidimos si lo vemos como un obstáculo insalvable, o lo vemos como una prueba que podemos intentar superar. Está claro que si optamos por el ver el vaso medio lleno, los malos momentos nos enseñarán lecciones, que aplicaremos ante nuevos retos, sencillamente, mejoraremos...
El vaso medio vacío sólo nos aportará desilusión y fracaso, y de cada día nos hará más infelices y frustrados, por cuál optáis vosotros????