diciembre 07, 2011

UNA CORAZA PARA EVITAR EL SUFRIMIENTO


Las personas NO tenemos coraza ni pelaje que nos proteja de los contratiempos de la vida, ¿por qué no somos como las tortugas que se pueden esconder cuando llueve o tienen frío? ¿porqué no podemos ser como los  osos que no necesitan abrigarse aunque vivan bajo el hielo? Los humanos somos frágiles, necesitamos ropa para abrigarnos, medicamentos para superar enfermedades, zapatos para  poder caminar sin lastimarnos y un largo etcétera que ocuparía todo este escrito.
Pero no sólo necesitamos coraza para proteger nuestro cuerpo, sino para protegernos de todo lo que nos hiere por dentro, desde que nacemos vivimos muchísimas situaciones que nos ponen a prueba y lo peor es que nadie nos prepara para ello, es la propia vida la que nos hace pasar a todos por diferentes situaciones y nosotros solos tenemos que intentar salir victoriosos de ellas: algunos se quedan en el camino, no lo pueden resistir y deciden rendirse ante ellas; otros luchan aunque se les vaya la salud en ello y otros (los más listos) aprenden de dichas situaciones y ven la vida de una manera más práctica y sencilla.
Ser de los listos no se consigue en 2 días, éstas personas listas han aprendido a batacazos, se han encontrado en situaciones muy difíciles pero se han dicho “puedo con ellas”, han sentido miedo pero no han retrocedido, se han dado cuenta que lo peor en la vida es tener miedo al propio miedo y han echado pa’lante.
Y es que las personas nacemos sin coraza que nos proteja, pero nos la construimos día a día, cada situación que logramos vencer teje esa coraza protectora que nos ayuda a enfrentar la vida, es la que nos ayuda a vivir más felices y ver la vida como una fuente inagotable de experiencias positivas, esa coraza hace que nos quedemos con lo bueno, y que lo malo nos rebote, porque para eso llevamos años tejiéndola.
Desde aquí os animo a que os ayudéis a vosotros mismos a enfrentar los avatares de la vida, que aprendáis de todo lo que os pasa, tanto sea bueno como malo, para haceros más fuertes y poder contra todo lo que os venga, ¡es la mejor inversión que podemos hacer con nosotros mismos!

abril 27, 2011

LA GENERACIÓN QUE NOS VIENE

Ya hace unos meses que no escribo ningún artículo para el Blog, después de haber tocado temas intensos no quería escribir por escribir, sino ofrecer un buen tema de reflexión y qué mejor tema que la generación que nos viene...
Por mi trabajo en Escoletas desde hace ya 5 años, he visto cientos de niños y cientos de padres (como se dice “cada casa es un mundo”) y lo que no se permite en una se tolera en otra, pero bueno, en la variedad está el gusto y lo que no podemos pretender es que la educación de los niños se guíe por una premisa universal.
Desde que empecé en este campo, las dudas y consultas de los padres se han repetido mucho: “Mi hijo no quiere...”, “Mi hijo dice...”, “Mi hijo hace...” Cuando hablo con estos padres parece que me hablan de sus progenitores y no de sus hijos, vamos, que viéndolo así, nuestra generación ha recibido y recibe de todos lados, tuvimos padres exigentes y tenemos hijos exigentes pero, ¿no será que nosotros hemos generado niños autoritarios?
Yo siempre he creído en una única manera de educar, poner límites y mostrarte fuerte ante los niños es la manera en la que he conseguido poder tratarlos durante años en las Escoletas, teniendo grupos de hasta 20 niños de 0-3 años y no muriendo en el intento. Una vez que les dejas claro lo que permites y lo que no se hace muy fácil trabajar con ellos, te muestran respeto, te obedecen ¡y te reciben cada semana con una sonora bienvenida! Aunque esto significa estar siempre en guardia, no dejarles pasar una y que respeten las normas.
Estos peques serán adultos dentro de unos años y si los hemos educado correctamente sabrán ganar, perder y luchar por aquello que quieren, serán amistosos y cariñosos con quienes les rodean, no utilizarán el chantaje y el lloro como manera de conseguir lo que quieren, no pegarán cuando alguien les haga la contraria, serán personas de las cuales nos podamos sentir orgullosas y ¿no es eso lo que queremos para ellos? Tenemos que pensar que han de llorar ahora para poder sonreír en el futuro, han de aprender el fracaso de pequeños para poder afrontarlo de mayores, tenemos que ser sus guías ahora para soltarles de la mano... en el futuro.

enero 03, 2011

LA FRAGILIDAD DEL SER HUMANO

Ayer me reuní con dos buenas amigas para ponernos al día, como siempre nuestra charla se alargó hasta altas horas de la noche hablando de temas diversos como la ineficacia del sistema educativo, el cambio de rutina ante la llegada de un hijo, el estereotipo de la mujer actual, etc… pero el final de la charla fue para mí la más productiva y la que más me hizo pensar: la fragilidad del ser humano.
Todos creemos que la muerte está muy lejana, que estas cosas pasan a los demás y no a nosotros ni a los que nos rodean, pero no es así, todos jugamos en la misma liga, y el hecho de que aún no nos hayan eliminado y pasemos a la siguiente ronda ya debe ser motivo de alegría. Estamos en una edad en la que la mayoría hemos visto como nuestros abuelos se iban para dar paso a nuestros hijos o sobrinos, decimos hola a una nueva generación que nos llena de alegría y decimos adiós a esas personas que ya han recorrido su camino y nos han llevado de la mano tantas veces. Ahora muchos estamos en la generación intermedia, la mayoría tenemos padres y la mayoría tienen hijos, disfrutan de la bienvenida a los nuevos pero se resisten a pensar que los padres son los siguientes: es duro pensar que las personas que te han dado la vida deben marcharse para dar paso a los recién llegados, es duro ver como las arrugas se hacen visibles en los rostros de nuestros progenitores y como debemos hacernos responsables de cosas que ellos ya no entienden (¿cuántos de nosotros ha enseñado a sus padres a utilizar nuevas tecnologías?), ahora nos toca afrontar esta nueva fase, una fase en la que seguimos siendo cuidados por ellos, pero en los que la ayuda deja de ser unidireccional para volverse más equitativa, lo hacemos con gusto y conscientes de que ellos nos han ayudado muchísimas veces…
Esta fragilidad se hace más visible en ellos, pero desgraciadamente esta liga no tiene en cuenta la edad del jugador; si se elimina a un jugador a punto de retirarse pensamos que ha tenido un ciclo en la vida y que le ha llegado su momento, pero no es lo mismo cuando el jugador propuesto para ser eliminado es una persona joven, con vitalidad, energía y con mucho camino por recorrer, nos preguntamos ¿por qué? Pero por mucho que nos preguntemos no hay respuesta, debemos luchar para no ser eliminados y seguir jugando en esta vida, en momentos tan mala pero que nos ofrece tanto y que no queremos abandonar.
Con estas reflexiones os quiero desear un FELIZ 2011 en el que apreciéis todos los buenos momentos vividos y compartidos, ¡lo que vivimos en cada momento es único e irrepetible!